8 aspectos clave para hacer un buen vídeo corporativo
No hace tanto, hacer un vídeo corporativo era una opción que sólo estaba al alcance de algunas grandes empresas. Tanto por el coste que significaba como por las ventanas en las que éste podía ser mostrado. Con la evolución de la tecnología y la irrupción de internet y las redes sociales, actualmente esta situación ha cambiado radicalmente. A pesar de ello, sigue siendo una inversión importante para cualquier empresa y, es por este motivo, que hay que tener presentes una serie de factores para garantizar su éxito.
1. Mensaje:
Es muy importante tener claras cuáles son las ideas clave que la empresa quiere transmitir. Para ello es clave hacer un briefing lo más completo posible antes de ponernos a trabajar en el proyecto.
2. Tono:
Una vez tengamos claro qué es lo que queremos explicar, es hora de empezar a plantear de qué manera lo transmitiremos. En este sentido, uno de los aspectos a tener muy en cuenta es el tono que utilizaremos: serio, divertido, desenfadado, informal, etc. Obviamente, esto vendrá dado por el tipo de imagen que quiera dar la empresa, por el público al que irá dirigido y por el uso que se querrá hacer del vídeo.
3. Estilo:
Llegados a este punto, podemos empezar a definir la técnica con la que realizaremos el vídeo. Algunas de las opciones son:
• Imágenes reales: vemos imágenes grabadas de la empresa y sus trabajadores.
• Testimoniales: declaraciones de trabajadores, directivos o clientes.
• Imágenes de stock: utilizar vídeos de librerías online.
• Con actores: contar con figurantes o actores que protagonicen el vídeo.
• Animación: utilizando técnicas como el motion graphics.
La decisión sobre la técnica vendrá dada por los dos primeros puntos pero, sin embargo, hay algunas opciones más propicias para determinados usos. Por ejemplo, el motion graphics es una técnica excelente para vídeos explicativos o pedagógicos por la capacidad que tiene de mostrar, de una forma muy efectiva, ideas o conceptos.
4. Duración:
Uno de los aspectos más importantes de cualquier vídeo corporativo es que sea visionado de inicio a fin. Para conseguir este objetivo, la duración es clave. Seguramente muchas empresas pensarán que tienen mucha información a transmitir y que toda es relevante. A pesar de ello, hay que elegir y priorizar. La duración recomendada para un vídeo corporativo para internet es de entre 2 y 3 minutos.
5. Cooperación con el cliente:
Para que el resultado sea satisfactorio es imprescindible ir avanzando de la mano del cliente. Es decir, que cada fase de la producción tenga el visto bueno de la empresa. Desde los aspectos previos como el mensaje, el tono y el estilo, como el guión literario y técnico o las primeras versiones del vídeo. Esto nos permitirá avanzar con paso firme y evitar sorpresas desagradables y malentendidos a la hora de hacer la entrega del vídeo.
6. Voz en off:
No todos los vídeos tienen necesidad de incluir una voz en off. En algunos casos, sobre todo aquellos en los que el mensaje a transmitir sea más simple, bastará con música y texto en pantalla. En todo lo demás, hay que tener presente que la voz en off no es una cuestión menor y que hay que contar con profesionales contrastados. También es importante transmitir al locutor aquellas indicaciones necesarias para conseguir el tono deseado.
7. Música:
La elección de la música también es muy relevante. Puede ayudar tanto a enfatizar algunos momentos del vídeo, como hacer de cojín sobre el que se apoye la voz en off o las declaraciones. Eso sí, hay que tener presente que la música y las imágenes deben ir siempre en la misma dirección. Es decir, si contamos con imágenes espectaculares las podemos acompañar con música épica pero, si no es el caso, mejor utilizar una música menos emotiva.
8. Postproducción:
En esta fase es cuando el vídeo tomará su forma definitiva. Cuando se editarán las imágenes registradas, se le dará ritmo de montaje, se hará el retoque de color, etc. Lo mismo ocurrirá con el sonido: la mezcla entre la voz en off, la música y las declaraciones (si es que los hay), efectos sonoros, etc. En este momento también es cuando se incluirán los grafismos. Ya sean para reforzar con frases o palabras lo que explica la voz en off o bien para aportar datos, cifras o gráficos. En este último caso y, para que el vídeo tenga el máximo de vida útil, conviene que los datos que se presenten tengan un carácter más genérico y no estén muy ligados a un momento puntual.