Barcelona-Madrid: el eje de la prosperidad
Las dos capitales suman un total de 14 millones de habitantes, muchos más que países como Austria, Irlanda, Bélgica, Portugal, cada uno de los países bálticos, los balcánicos o los escandinavos. Más que Baviera, por ejemplo, o que gran parte de los estados de Estados Unidos de América.
Juntas tienen un PIB casi idéntico y la suma alcanza la cifra de 443.115 millones de euros anuales, nada más y nada menos. Se sitúan muy cerca del gigante Baviera y por encima de casi todos los länder alemanes. Por supuesto, los 443.115 millones de euros anuales del PIB no se pueden comparar con el de países como Dinamarca, Irlanda, Portugal, Noruega o los Estados Bálticos o Balcánicos. Éstos tienen un PIB minúsculo en comparación con los estupendos 443.115 millones de Barcelona y Madrid; incluso buena parte del PIB de los estados de Estados Unidos queda por debajo de esta cantidad.
Por otro lado, Madrid y Barcelona juntas superan los 100.000 millones de euros anuales en cuanto a cifras de exportación; ambas reúnen 1.135.137 de empresas en plena actividad. ¡Léanlo bien! Estas cifras equivalen a más de un millar de empresas en funcionamiento, creando empleo y generando riqueza a pesar de que la mayoría son pymes, con sufridos autónomos, que siguen “tirando del carro” de la sociedad.
Esta fuerza económica que encarnan Madrid y Barcelona se traduce en un inevitable “eje de la prosperidad”. Ambos mercados se erigen como uno de los principales motores económicos del sur de Europa, un eje de actividad, creatividad, bienestar y “mestizaje empresarial”.
Hasta junio de 2017, en sólo 9 años, más de 35 millones de personas han utilizado el AVE Madrid-Barcelona, y estos datos siguen en aumento. De hecho, entre el mes de julio de 2016 y junio de 2017 fueron 4 millones de pasajeros. Este flujo favorece una relación entre ambas comunidades que trasciende lo mercantil. De alguna manera, representa el fruto de una solapada relación económica, laboral y social que permite la inversión de empresas y profesionales, de uno y otro territorio, a la vez que una oportunidad para “poner el pie” en el otro lado.
Esto mismo es lo que ha hecho UNDATIA comunicación, una empresa catalana sin complejos abierta al mundo, a nuevos clientes y a su mercado natural, que no es otro que aquél con el que mejor se entiende y al que mejor puede satisfacer.