Cinco claves para aparecer más y mejor en los medios
La idea de que los periodistas son el enemigo, alguien a quien debemos evitar, va quedando en el olvido en la mayoría de las organizaciones empresariales. El diálogo con los periodistas empieza a entenderse como un altavoz para llegar al público, una herramienta de alianza con los clientes y una posibilidad para darse a conocer. Aun así, debemos prestar mucha atención para mantener la relación. La mayoría de las claves se resumen en cinco puntos, relacionados con la sinceridad y el uso del tiempo.
1. No se trata solamente de escribir bien
Trabajar con los medios no es solamente escribir o redactar bien. Los periodistas reciben centenares de informaciones cada día. Muchos de ellos aborrecen recibir correos electrónicos que incluyan errores en su nombre o apellidos. Demuestra falta de respeto y de cuidado hacía el trabajo. Por ello, es muy necesario mantener una buena relación con los periodistas a los que les enviamos las notas informativas, conocerles bien y saber qué tipo de temas despiertan su interés. Esta es una buena clave para que nos vean como una fuente de información creíble, valiosa y no como alguien que intenta colocar contenido de su empresa en su medio. Un café cara a cara, a tiempo, abre más páginas de diarios que centenares de correos electrónicos impersonales.
2. Pensar como el periodista
La mayoría de empresas contratan gabinetes de comunicación para conseguir que sus informaciones aparezcan en los medios. Y nada más. Si esos gabinetes no piensan como los periodistas, las informaciones no conseguirán despertar interés. Las notas informativas o los comunicados deben ser una fuente de información útil y les deben ahorrar parte del trabajo a los profesionales. Eso siempre lo debemos tener presente cuando nos ponemos delante del ordenador a escribir. Escribir claro, concreto y sin ambigüedades.
3. Respetar los horarios
Los horarios de los periodistas son variados, según el medio donde trabaje. Pero todos ellos tienen algo en común: su tiempo es sagrado. Ante esa evidencia, es muy importante el contacto directo para conocer sus rutinas de trabajo -e incluso sus manías personales- antes de enviar una información relevante. Hacer llegar una nota informativa fuera de tiempo, durante sus días de descanso, o no adaptarse a las necesidades del medio (como intentar evitar entrar en directo en una emisión radiofónica, por ejemplo) o incluso no avisar de las condiciones pactadas con el resto de medios, puede provocar una fractura de la confianza que va a costar reparar.
4. No enviar información irrelevante
Aunque parezca una obviedad, sigue existiendo quien pretende “colar” sus historias a los profesionales de los medios de comunicación, aunque estas no tengan ningún interés para los ciudadanos. Hacer perder el tiempo con informaciones intrascendentes, se sitúa casi al mismo nivel que tratar de engañar con una mentira; es una de las formas de quebrar la confianza de un periodista. Dar información falsa, intentar comprar a los periodistas, fomentar la rivalidad entre los medios -dar prioridad a unos sobre otros o dar exclusivas siempre al mismo- son opciones absolutamente descartables. Pero también deberíamos tener claro que no toda información es relevante para todos. Saber elegir el nicho o el periodista al que se le suministra la información, es importante para conseguir buenos resultados. La sinceridad y la transparencia son claves a la hora de cultivar la relación con los medios.
5. Estar al día de la agenda comunicativa
La actualidad marca el día a día de los periodistas. Muchas de las informaciones relevantes para las empresas pasan desapercibidas entre miles de correos electrónicos, porque los consultores de comunicación pueden desconocer las grandes noticias del momento que resultan prioritarias para los medios. Dar a conocer un acuerdo comercial, un nuevo producto o el balance anual de resultados de una empresa puede quedar absolutamente descartado para el periodista, porque la información se le ha remitido coincidiendo con un evento extraordinario. La empresa debía haberlo previsto de antemano. La elección de un nuevo alcalde, el enfrentamiento entre dos rivales deportivos o la inauguración de una infraestructura básica, puede obligar a aplazar la publicación de la nota informativa de una empresa. Siempre es mejor retrasar el envio de una información que intentar competir con un hecho relevante para los medios.
Reservar tiempo para conocer a los periodistas y a los medios, mostrar confianza y sinceridad hacia ellos, respetar su trabajo y sus rutinas y estar informado de lo que pasa en el mundo, requiere dedicación. Pero es la mejor inversión para garantizar un trabajo de comunicación eficaz.