Cómo comunicar delante de una pantalla
Los acontecimientos virtuales se han impuesto como nuevo formato comunicativo y nos han obligado a adaptar la comunicación y la puesta en escena de las intervenciones públicas. Si para hacer una intervención presencial ya se habían de utilizar herramientas y técnicas imprescindibles para convencer, ahora, con una pantalla delante, el escenario es más complejo.
La preparación de la intervención ya debe ser diferente. No se trata, simplemente, de un cambio de canal, sino que hay una serie de condicionantes que se deben tener en cuenta y que se traducen en nuevas exigencias para los portavoces.
Con una larga trayectoria en formación de portavoces, en Undata Comunicación ahora nos hemos abocado a preparar también portavoces para los entornos virtuales, para cubrir esta nueva necesidad. Desde el contenido hasta la puesta en escena.
Muchos de los principios básicos de la formación en habilidades comunicativas y de portavoces nos sirven para comunicar en reuniones o eventos virtuales. Aspectos como la estructura del contenido o la adaptación del mensaje a la audiencia, funcionan igual; pero el canal determina mucho. Los códigos de la comunicación online son diferentes a los de la comunicación presencial. Además, se puede añadir la desazón de no dominar el aspecto tecnológico.
El principal reto a superar en una intervención virtual es la vinculación directa con el público, mucho más fácil cuando tenemos a la audiencia delante. La comunicación no verbal -que tiene una influencia de más del 90% en la percepción que genera el mensaje- es la más perjudicada cuando comunicamos ante una pantalla.
En el canal virtual, los elementos visuales son primordiales. Por lo tanto, los aspectos que más debemos cuidar son el encuadre, la iluminación, el fondo y la imagen personal. ¿Cuántas veces hemos visto más techo que portavoz o un fondo apretado que desvía la atención?
Por lo tanto, debemos tener en cuenta:
Cuál será el escenario. ¿ Donde harás la videoconferencia? ¿Qué iluminación tiene?
Definir el encuadre. Prestar atención para que el fondo sea lo más neutro posible.
Grabación. Si la intervención se grava, mejor que sea en formato horizontal. El plano medio es ideal, ya que permite visionar la gesticular. La postura debe ser firme y segura, con una tendencia hacia delante para mostrar proactividad en la comunicación.
Entorno con silencio. Para evitar distracciones, es mejor que en el espacio haya silencio.
Vestuario. Mejores los colores lisos y neutros, para no desviar la atención.
Sonrisa. Siempre, con la mejor de las sonrisas. Para denotar tranquilidad, ganas de comunicar y establecer un vínculo positivo con la audiencia.
Contenido. Debe adaptarse al entorno online, para conseguir romper la barrera que supone la pantalla. Para vincular mejor con el público virtual, tenemos que hacer un esfuerzo para crear un relato muy potente, que emocione y tenga la fuerza necesaria para generar un engagement por el contenido en sí mismo.
He intentado explicarles algunos de los elementos que ponemos en práctica en las sesiones de formación en habilidades comunicativas de Undatia Comunicación, para que los portavoces también sepan comunicar -y convencer- ante una pantalla.