EL DIA DE DEMÀ, nuevo proyecto televisivo de UNDATIA comunicación
Todas las televisiones, incluidas las públicas, sufren en este momento de un exceso de competencia cuantitativa para la audiencia. Importa más conocer las cifras frías del número de gente que nos sigue, que si esta es realmente nuestra gente, aquella a la que queremos llegar y, lo que es más importante, retener, alejándola de la tentación del zapping. Es evidente que la televisión ha dejado de ser el oráculo alejado del telespectador y se ha convertido en el foro donde todos, activa o pasivamente, pueden tomar parte.
La televisión de hoy se acerca más a la plaza pública o, en el peor de los casos, al patio de luces. Esto conlleva la tendencia a limitar la temática televisiva de participación a conceptos micro (los famosos reality show, las heroicidades particulares ...). Quizás hay que volver a poner el listón un poco más arriba y abordar conceptos que nos afecten a todos, conceptos macro, pero que sean de interés general y, lo que es más importante, que tengan una cierta perennidad. Conceptos, en definitiva, que sean más escenario que no personaje, más Historia -así, en mayúscula- que no historieta.
En esta línea, hace ya muchos años imaginé, escribir y diseñar un programa de televisión que, finalmente, muy pronto verá la luz. Un programa que pretende mantener la atención del público sin necesidad de recurrir a las emociones más primarias. Un programa para dar al telespectador los elementos necesarios para situarse en el mundo de hoy, pero, sobre todo, en el mundo del mañana.
Pienso que vivimos en un momento de bisagra. Miramos hacia atrás, y muy pocas cosas de lo que vemos de nuestro ayer se parecen a lo que somos hoy. Una buena parte de los telespectadores tiene aún memoria visual de cosas y de costumbres que no habían cambiado desde los tiempos de los romanos: la cosecha del trigo, el transporte con caballerías, la fabricación de carbón en el bosque... Para una buena parte del público potencial de televisión, en los últimos setenta años -de la segunda mitad del siglo XX hasta hoy- ha sido la época en que su linaje ha tenido, por primera vez, acceso a un coche, una casa en propiedad, a un voto, a la universidad, al divorcio, etc ... la importancia de los tiempos de bisagra radica en el hecho de que, cualquier mirada atrás legitima, de alguna manera, todas las posibles miradas hacia el futuro. Pero el futuro no es, en sí mismo, un valor indiscutible.
En varios decenios, se ha pasado de la fascinación incondicional hacia el futuro (mañana todo irá mejor) a una cierta desconfianza (el miedo al mañana). La aceleración de la vida y la divulgación masiva e instantánea de los acontecimientos nos ha hecho pasar, en pocos años, de la revuelta antiautoritaria de los setenta a la euforia especulativa de los ochenta; del miedo a la guerra atómica al miedo al Islam; de la bonanza económica de muchos años a una crisis económica sin precedentes. Antes, la historia de la humanidad sólo se podía explicar cuando ya había pasado.
El hombre era un mero objeto de la Historia. Hoy, el hombre, en cuanto sujeto -al menos sujeto paciente- de la Historia, dispone de mucha información sobre los múltiples caminos donde puede ir a parar. Y resulta sumamente atractivo ofrecerle la posibilidad de verlos dibujados.
El dia de demà es el título del programa que estamos produciendo desde UNDATIA comunicación para Televisión de Catalunya y que pretende plasmar, en formato de docuserie, esta bisagra en la que estamos viviendo. El pasado y el presente nos ayudarán a comprender el futuro. Se trata de ayudar a los ciudadanos de Catalunya a pensar cuáles serán las dimensiones del mañana, en el horizonte 2050.