Lecciones de comunicación y de vida
La comunicación no son matemáticas. No es una ciencia exacta ni precisa. A veces unas estrategias pueden funcionar mejor o peor y los motivos reales los podemos suponer pero estaremos lejos de conocerlos con seguridad total. La percepción, la subjetividad y el momento, entre otros múltiples factores, juegan su papel y no se pueden controlar, al menos, al 100%.
La vida también es así. La vida es movimiento y evolución constante. Y es importante saberse adaptar a las diferentes situaciones, algunas buscadas, otras no tanto y otros, totalmente inesperadas.
Por eso, siempre he pensado que dedicarse en el mundo del periodismo y de la comunicación te da una determinada visión de la vida que yo considero muy útil. Te lleva a hacerte preguntas constantes, a no tener miedo a pedir información y a decir que algo no se entiende. A buscar información, a contrastarla, a no refiarte de una primera impresión, a conocer historias fascinantes y otros de no tanto, a habla con gente muy diferente de sectores muy diferentes. A saber extraer aquello relevando de aquello que no lo es tanto. A sintetizar (la dificultad está al resumir, no al escribir). A ser pedagógicos y claros con temas complejas. A trabajar la voz y la puesta en escena o a estar siempre conectados en la actualidad.
Todo esto que aplico en mis más de 15 años de carrera profesional en el sector de la comunicación, por mí, son lecciones de vida.
Considero muy importante tener en cuenta la comunicación en todos los aspectos de nuestra vida profesional y personal. A nivel profesional, siempre lo he visto como una asignatura totalmente transversal a cualquier empresa o proyecto. La comunicación aporta claridad, orden, relevancia, notoriedad y, incluso, prestigio. Si se comunica bien y, además, en un formato bonito, nos queda redondo y, sobre todo, se consigue una efectividad superior.
Por eso siempre recomiendo tener en cuenta la vertiente comunicativa, a través del apoyo de una agencia de comunicación o de una persona o equipo de personas que puedan hacer un asesoramiento adecuado. La comunicación tiene un lenguaje y unas claves propias a pesar de que, demasiado a menudo, es una área en que todo el mundo se atreve a poner leyes. Solo hay un ingrediente imprescindible porque la relación entre ambas dos partes, asesorado y asesor, funcione: la confianza.
Espero haber transmitido esta confianza necesaria a todos los clientes que he llevado a lo largo de estos 7 años de dedicación profesional a Undatia Comunicación. Este mes de junio finalizo una etapa y empiezo un nuevo proyecto que, de entrada, este ingrediente básico lo tiene asegurado.
Larga vida a la comunicación!
Marta Avellaneda