Cuando las imágenes de nuestra web valen más que mil palabras
Llega el momento de diseñar una nuestra web, la estructuramos, escribimos los textos y nos preguntamos ¿dónde saldrán las imágenes que van a nutrirla?
Para responder a esta pregunta tenemos que saber si contamos con un buen archivo de imágenes, si este archivo está bien ordenado, tiene suficiente calidad y muestra las bondades de nuestro negocio, servicio, organización o institución.
A menudo, estos archivos están hechos por los propios empleados que con toda su buena intención captaron momentos importantes con sus móviles, pero, salvo excepciones, no suelen tener suficiente calidad.
Cuando nos encontramos con esta situación, tenemos varias opciones: contratar a un fotógrafo profesional, acudir a un banco de imágenes de pago o bien buscar por internet qué imágenes libres de derechos podemos utilizar y en qué condiciones.
La primera opción, la de contratar un fotógrafo profesional, es la opción con más ventajas. Las fotografías estarán bien encuadradas, con buena iluminación y las imágenes formarán parte del archivo de la empresa. Además, y esto es importante, respirarán la esencia de nuestro negocio, serán fotografías personalizadas, reales, mostrarán el capital humano de la empresa. Cuando publiquemos estas fotografías en nuestra web, reflejarán una imagen profesional, acorde con la filosofía corporativa, y transpirarán autenticidad. Por lo tanto, aunque en un primer momento, sea la opción más cara y puede que un poco más lenta y trabajosa, a la larga nos aportará beneficios en la imagen de nuestra organización.
La siguiente opción, la de acudir a una librería de imágenes profesionales, es muy buena opción, ya que en el mercado existen una gran variedad de empresas que ofrecen estos servicios y no son caros. La gran ventaja es que tenemos a nuestro alcance una infinita cantidad de fotografías a través de sus catálogos y seguro que encontramos las que nos encajen para la web. Esta opción es mucho más rápida que la del fotógrafo, igual de profesional, pero es probable que las imágenes no transpiren esa autenticidad que les da la imagen personalizada. Pero es una opción perfectamente válida y la imagen de nuestra web será igual de profesional que contratando un fotógrafo.
La última y tercera opción, buscar imágenes por internet libre de derechos, es válida pero también más arriesgada. La persona que busque debe tener conocimientos de los derechos de autor, saber cómo funcionan las licencias Creative Commons y conocer cuáles son las librerías que garantizan que las imágenes sean de libre uso. Por otro lado, estas librerías no tienen tanta variedad de stock y es probable que lo que encontremos no esté alineado al diseño de la web ni al discurso de la empresa.
Así que, para concluir, recomendamos, siempre que sea posible, contratar un fotógrafo profesional, mantener una reunión para explicarle los que buscamos, mostrarles el diseño de la web para que sus fotografías estén alineadas y, finalmente, buscar la complicidad de los empleados para que el día de la sesión fotográfica sean los mejores modelos de nuestra empresa.